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Un museo donde los grandes maestros relojeros están representados por países, épocas y estilos
 

Compuesta por 287 relojes históricos que abarcan desde el siglo XVII hasta el XIX, esta colección ofrece una oportunidad única para apreciar la evolución, el arte y la maestría técnica de tres siglos de historia relojera. De forma notable, cerca del noventa por ciento de las piezas sigue en pleno funcionamiento, lo que permite contemplarlas no solo como obras decorativas, sino como mecanismos vivos que continúan midiendo el tiempo con la misma elegancia con la que fueron concebidos.

En el corazón de la colección destaca una representación sobresaliente del estilo Imperio. Estas piezas —celebradas por su equilibrio arquitectónico, su simbología mitológica y su refinado bronce dorado— reflejan las aspiraciones culturales de la era napoleónica, un periodo en el que la artesanía y la inspiración clásica convergieron para dar lugar a objetos de una grandeza incomparable. Junto a los relojes Imperio, los visitantes encontrarán un amplio repertorio de estilos franceses, desde la exuberancia ornamental del Rococó hasta las líneas depuradas del Neoclasicismo, pasando por los estilos Luis XIV a Luis XVI, Directorio y Carlos X, cada uno expresado mediante temáticas inspiradas en la literatura, la historia, la ciencia y las artes decorativas.

Más allá de su belleza, estos relojes son testimonio del ingenio de los grandes maestros relojeros que consolidaron la reputación de Francia como centro mundial de excelencia horológica. Sus técnicas —desde la ingeniería de precisión hasta los mecanismos complejos de sonería, las indicaciones astronómicas y las exquisitas monturas de bronce dorado— revelan una tradición en la que el arte y la innovación mecánica eran inseparables.

Les invitamos a disfrutar de este recorrido por el tiempo y la artesanía. Deseamos que su visita les permita descubrir la creatividad, la sofisticación y el legado cultural que marcaron las edades doradas de las artes decorativas francesas.

 

La colección incluye otras nacionalidades entre sus piezas como la inglesa, austriaca, suiza.

A destacar un reloj chimenea, cuya caja italiana es la más antigua que posee el Museo (de alrededor de 1670), para alojar después un reloj inglés de gran precisión y calidad realizado por Charles Frodsham, relojero de la reina Victoria (s. XIX). Se expone en la Sala Arturo Paz.

También están presentes los famosos relojes de bolsillo ginebrinos, o el reloj “de carroza” austriaco, bellamente trabajado; los ejemplares citados son suficientes para acreditar la calidad y singularidad de esta colección.

Cabe destacar la primera pieza que encontramos en el recorrido: el reloj-farol de Losada (1867), una joya realizada con la técnica relojera inglesa en el taller de su autor, en el 105 de Regent St. Londres. Estaba alojado en una farola bellamente ornamentada en pleno centro de Jerez, en la Plaza del Arenal. Actualmente puede admirarse la farola que vuelve a dar la hora con un reloj moderno. Tras pasar por el Hall de Losada, el recorrido natural en #elmuseoqueSUENA es en el sentido contrario a las agujas del reloj pasando por la SALA DE EXPOSICIÓN DE PLATA CIVIL, SALÓN LUIS XV, SALA AZUL, SALA ORO, SALA PÚRPURA, SALÓN DE ESPEJOS, SALA VERDE Y CAPILLA. 

En la primera planta se encuentran los más notables relojes del museo, en la SALA ARTURO PAZ (relojero conservador jerezano que recepcionó los relojes en los años 70 y se ocupó de ellos con gran maestría hasta su jubilación), terminando la visita asomándonos a un taller "muy especial" que muestra también una impresionante colección de bastones y varas de mando.